Corría la noche,

la madrugada se acercaba

el aire ya no se respiraba,

y nuestras caricias aumentaban.

Mi boca ya no hablaba,

el viento se paró,

tu rostro y tu cuerpo me miraron

y en mí el miedo se llenó.

Eras tu de la que yo enamorado, amaría

era el momento para mostrarte

todo lo que significabas para mi

que pensarías, luego me dejarías.

Lo importante para mí era la primera vez

Donde la luz se quedó sin sonrisa,

La cama sin aliento y el tiempo sin pausa.

Que dirías, seria tu primera vez.

Tus besos, hacían morir de amor

a mi corazón,

mi sudor danzaba tan rápido

como el más lento águila de la luna.

La noche se hizo tan corta,

como la más larga serpiente

del más luminoso pantano,

sembrando el amor implacable.

Luego mis ojos se cerraban,

tenían ya que soñar,

y en tus brazos, es donde volvía

a extrañarte.

Tu cuerpo con el mío volando

por las más blancas

y altas nubes del sueño más profundo

del día que estuve más despierto

en un tiempo que no posee horas,

ni minutos y solo posee días felices,

que se amargan cuando

no esta tu figura alimentando

mi ser, que solo desea estar volando

en la nube más baja y no quiere

ahogarse en el más profundo y triste sueño.

Estoy seguro que no fue un sueño,

yo no lo viví como tal,

Solo hice lo que mi corazón me dijo.